Volvió la fiesta del balonmano a Villafranca. Todo un espectáculo. Todo un homenaje al trabajo de décadas para hacer de nuestra ciudad la capital extremeña del balonmano. La inagotable cantera local volvió a brillar para imponer (31-24) al poderosos Cáceres 2016, que se vio impotente para superar al equipo amarillo.
Tan solo en el inicio del choque el equipo visitante gozó de ventaja en el mercador. En cuanto se engrasó la maquinaria del Villafranca se adueñó del partido y demostró que el relevo generacional ya está maduro y dispuesto a dar tardes de gloria. Como la de hoy.
Más de 400 personas han vibrado con el buen balonmano, de casa. El próximo fin de semana, Villafranca puede rematar la eliminatoria en Cáceres para evitar el tercera partido. Enhorabuena, chicos.
En la otra semifinal saltó la sorpresa y Paideuterium ganó al campeón Plasencia en la capital del Jerte. Una resultado que viene muy bien a Villafranca pues podría tener el factor cancha a favor en la final
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