Si cada tarjeta valiera un punto, la SP Villafranca estaría ya casi salvada. En las nueve primeras jornadas del campeonato, el equipo de fútbol de nuestra localidad ha recibido 39 tarjetas (4,3 por partido), cinco de ellas rojas. La ultima la vio Mario Tomé el pasado domingo en Mérida por doble amarilla, en ambos casos por protestar, por lo que el Comité de Competición le ha sancionado con un partido.
Los datos convierten al Villafranca en el equipo menos deportivo de la categoría, aunque muchas de las sanciones se han producido por protestas y observaciones al colegiado o pérdidas de tiempo.En dos de los nueve partidos del campeonato, el Villafranca ha terminado el partido con dos jugadores menos (jornadas 1 y 5) y en todos los choques ha visto alguna cartulina.
Han sido expulsados Javi Diestre, Mariñas, Serván, Perico y Mario Tomé y Carlos Hernández está con cuatro amarillas al borde de la suspensión por acumulación. Un total de 16 jugadores han recibido tarjeas en nueve partidos jugados.
Curiosamente, en los partidos en los que el equipo ha resultado más perjudicado le ha pitado un colegiado natural de la localidad del siguiente rival, caso del segedano Gómez Navarrte la pasada semana en Mérida.
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