Indignación en la SP Villafranca tras perder en Mérida (3-0) en un partido condicionado por la injusta expulsión de Mario Tomé en la primera mitad. Y es que llueve sobre mojado.
La derrota puede resultar lógica ante uno de los mejores equipos de la categoría, pero ha dolido la decisiva intervención del colegiado. Primero no pitó un penalti a Mario Tomé con empate a cero en el marcador y después le expulsó por dos rigurosas tarjetas amarillas, en ambos casos por protestar.
Ya en superioridad, Carlitos adelantó al Mérida al borde del descanso (Minuto 41) . La segunda parte sobró. Alvaro y Pedro Juan cerraron el marcador definitivo. Y además, Mario Tomé, que llegó llorando de impotencia al vestuario, se pierde el partido televisado del domingo ante el Diter.
Ya en superioridad, Carlitos adelantó al Mérida al borde del descanso (Minuto 41) . La segunda parte sobró. Alvaro y Pedro Juan cerraron el marcador definitivo. Y además, Mario Tomé, que llegó llorando de impotencia al vestuario, se pierde el partido televisado del domingo ante el Diter.
Juanjo Ortiz tan solo realizó un cambio con respecto al once que empató ante Hernán Cortés: Ángel por Diego Saez. Así, jugaron de inicio Burgui; Carlos Hernández, Ángel Serván, Javi Diestre, Carlos Valenzuela, Mario Tomé, Ángel, Perico, Juan Ramón; Manolo Sanez y Mariñas.
Incomprensiblemente, el equipo que preside Ignacio Durán es el más antideportivo de la categoría por la gran cantidad de tarjetas amarillas y rojas recibidas. Eso tiene un coste económico, que es lo de menos; deportivo, pues merma de efectivos a un equipo ya muy limitado; pero sobre todo moral por la impotencia del equipo ante la injusticia arbitral.
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