Vinibasa, de Almendralejo, enfrenta a agricultores y ecologistas

Los agricultores han pedido que la empresa Vinibasa se reabra durante esta campaña de la vendimia para no sufrir pérdidas. Las reacciones no se han hecho esperar. Algunos vecinos ya piensan en que deberán soportar un año más los olores; otros entienden a los afectados. Quien ha luchado más para que se cerrara esta empresa durante años, denunciando públicamente sus supuestas irregularidades, ha sido la Plataforma Contra la Contaminación. Su presidente, Félix Lorenzo, cree que lo que están haciendo los viticultores es un «chantaje» al Ayuntamiento ya que amenazan con que «si no se autoriza, se para la vendimia».Para Lorenzo este hecho no ha sido una buena noticia y mantiene la misma postura que durante años: «si se sigue incumpliendo la ley no se puede abrir. La Consejería de Agricultura debe estar a favor si se comprueba que se cumplen las normas». El presidente de la Plataforma recuerda que la industria «ha cometido irregularidades llegando a almacenar más de dos millones de litros de alcohol» además de que según él, «la depuradora la realizaron de forma ilegal».IndispensablePara Félix Lorenzo este tipo de empresas es indispensable en la zona, pero si cumplen todos los puntos que marca la ley. Uno de ellos es que esta actividad debe realizarse a más de dos kilómetros del casco urbano, y Vinibasa está a escasos metros incluso del centro. «No lo entiendo, debemos acostumbrarnos a que las leyes son para todos», y cree inadmisible que algo se tenga que hacer porque lo pidan «unas personas con poder de presión», refiriéndose a los agricultores.A su juicio la actividad de Vinibasa podría realizarse en Villafranca ya que «habría que demostrar que no hay capacidad», y si no en Portugal. «Sólo miran por su economía y por ahorrar un dinero, no por la salud de los ciudadanos». Félix alerta de que volverán las noches de verano en que muchos almendralejenses tendrán que dormir con las ventanas cerradas por los malos olores. Cabe recordar que la empresa Vinibasa cerró el pasado mes de abril. Cuando se anunció su cese de actividad se adelantó que Viñaoliva construiría otra alcoholera a casi cuatro kilómetros de la ciudad