Miles de extremeños llenaban los bares e inundaban después las calles para celebrar el campeonato de liga obtenido por el Real Madrid. el pasado domingo.
Mientras disfrutaba del partido sin forofismos, y sumido en la tristeza provocada por el descenso de mi querida Real Sociedad, reflexionaba sobre la curiosa afición por el fútbol en esta región. El fútbol nacional llena bares y desborda pasiones; mientras el fútbol extremeño atraviesa una de las mayores crisis de su historia ante la indiferencia de casi todos.
Si hay aficionados, pero los estadios están vacíos algo está pasando. No nos lamentemos, analicemos la situación y tratemos de tomar medidas.
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